Invertir en 2026, con criterio y estrategia
La Fundación BCBA convocó a destacados actores de la industria bursátil y financiera para su Jornada de cierre de año. Los asistentes, que colmaron el Salón de Actos de la Bolsa, se llevaron consigo un panorama amplio y muy preciso de lo que cabe esperar respecto del mercado de capitales en 2026.

La Jornada de cierre de año de la Fundación BCBA es un evento que genera gran expectativa, por las temáticas específicas sobre el mercado de capitales propuestas y por la calidad de los disertantes convocados. Este año, el lema de la jornada fue “Inversiones con criterio: escenarios y estrategias hacia 2026”, y para desarrollar el tema se invitó a expertos y especialistas en inversión y financiamiento. Los representantes de la industria bursátil y financiera compartieron su visión sobre la actualidad del mercado y las perspectivas para el nuevo año con un auditorio que desbordó el Salón de Actos de la Bolsa. Augusto Darget, miembro de la Junta Directiva de la Fundación BCBA, tuvo a su cargo las palabras de bienvenida y presentó a los expositores del evento como «filósofos de las finanzas». Por su parte, el operador bursátil y presidente de Spread Inversiones, Alexis Tschubarov, fue el moderador del encuentro.
IA: ajuste de expectativas
“En 2026, ¿sigue la fiesta en los mercados o amanecemos con resaca?”. La pregunta jocosa fue el disparador de la charla de Paula Bujía, Investment Professional y Portfolio Management. “Hoy, la Bolsa –sobre todo en los mercados del exterior– está sostenida por dos relatos: uno es el ciclo de bajas de tasa por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), que oscilaría entre un 3% y un 3,5%, y el otro es toda esta inversión en inteligencia artificial (IA), con sus retornos previstos”, explicó la especialista, y advirtió: “La fisonomía de la economía estadounidense cambió. Hay un nuevo jugador, la inversión en IA, que en el primer semestre de 2025 representó casi el total del crecimiento de los Estados Unidos. Por otro lado, el mercado laboral del país del norte está debilitado: hoy, el desempleo está en 4,4%, cuando unos años atrás llegó a estar en 3,4%”.

“Sin embargo, el crecimiento de las ganancias del mercado accionario estadounidense es muy bueno, y la economía ha crecido allí a un ritmo estimado de 4% en el tercer trimestre de 2025 –indicó la analista–. ¿Cómo se ha logrado eso? Por productividad: con los mismos factores económicos se produce más. Asimismo, la productividad pone a raya a la inflación, que actualmente está en el 3% anual y, se estima, llegará a bajar hasta el 2,5% o 2%. Estos datos son suficientes para que la Fed continúe bajando las tasas, lo que siempre es una buena noticia para los países emergentes en general y para la Argentina en particular. Sin embargo, con un nivel de inflación alto en Estados Unidos hay que tener una aproximación más sofisticada a la cartera de inversión. En principio, esto significa una mayor diversificación en tipos de activos, sectores, temas y regiones”.
Al preguntarse si actualmente hay una burbuja en el índice Standard & Poor’s (S&P 500), Paula Bujía dio una respuesta categórica: “No, porque el indicador está sostenido por ganancias, y cuando el mercado sube por incremento de utilidades, se trata de una suba noble. Se espera que en 2026 las ganancias del S&P 500 sigan creciendo entre un 10% y un 14%. Sin embargo, en esta suba, la participación accionaria está concentrada en el sector tecnológico”. Este argumento dio pie a la expositora para enumerar cuáles serían los sectores económicos más beneficiados de aquí en más: “Uno es el de la salud, que subió un 20% durante los últimos meses de 2025 e incluye al segmento de biotecnología, que en particular subió un 40%”. Con referencia al segmento de IA, Paula Bujía admitió que “es difícil anticipar cuáles de las empresas van a ser ganadoras”, aunque puntualizó: “Lo seguro es que todas ellas van a necesitar energía y, en consecuencia, habrá una mayor demanda de cobre, por mencionar uno de los commodities comprometidos en dicha industria. No obstante, creo que en el sector de la IA se van a tener que ajustar las expectativas, y esto podría pasar dentro de uno o dos años. A propósito de los commodities, este sector y el de Emergentes son otros para tener en cuenta a la hora de invertir; por su parte, las pequeñas empresas también se beneficiarán de la baja de tasas”.
Prudencia y cautela a la hora de invertir
El Country Manager de Inviu, Diego Martínez Burzaco, también inició su charla con un interrogante, en este caso respecto del segmento de la inteligencia artificial: ¿El auge bursátil de las empresas de IA representa una burbuja similar a la que hubo en su momento con las puntocom? En tal sentido, el economista reseñó: “Las Magnificent Seven (Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet, Meta, Nvidia, y Tesla) anuncian que van a invertir entre 70.000 millones y 80.000 millones de dólares por año, en el marco de la gran revolución tecnológica actual. La gran pregunta es cómo se va a monetizar: si realmente va a haber una gran oportunidad de monetizar para todas esas empresas. Y la respuesta, seguramente, es que no la va a haber; que muchos de los miles de millones de dólares invertidos van a quedar sobre la mesa, sin monetizar. Entonces, recomiendo prudencia y cautela a la hora de invertir, porque los mercados se caracterizan por traicionar a los consensos; y, por otro lado, los buenos resultados en materia económica no implican necesariamente buenos resultados en el mercado”.

Martínez Burzaco advirtió también al auditorio respecto del consenso sobre la continuidad de la baja de tasas en los Estados Unidos: “Claramente, y como nunca antes en la historia, hoy se observa un sesgo muy político en las decisiones de la Fed. Esto, que de por sí es contraproducente para la transparencia en los mercados, convive con 6 o 7 puntos de déficit fiscal que registra el gobierno estadounidense y que no parece que vaya a corregirse en el corto o mediano plazo. En tal sentido, la actual correlación al alza que se observa entre el Bitcoin y el Oro no es otra cosa que el repudio consensuado al Dólar”.
“En 2026, probablemente, los mercados emergentes tengan una buena historia para contar”, anticipó el economista. “El flujo de salida de inversiones de las monedas fiduciarias tradicionales, en búsqueda de nuevos retornos y coberturas, sumado a la continuidad en la baja de tasas de interés, constituyen un panorama interesante para los mercados emergentes. La buena noticia para la Argentina es que nuestro país rompe para bien su paradigma de los últimos 30 años; se vislumbra entonces la posibilidad de que, en algún momento, nuestro país pueda ser considerado un mercado emergente sustentable, con políticas macroeconómicas prudentes”.
Los bonos argentinos y las reservas monetarias
A continuación, tomó la palabra Pedro Siaba Serrate, Head of Research & Strategy en Portfolio Personal Inversiones. El economista comenzó su disertación con un dato impactante: “El 95% de la performance al alza de la deuda argentina, desde la elección de medio término hasta diciembre de 2025, ocurrió en los primeros dos días posteriores al acto electoral de los comicios legislativos: lunes 27 y martes 28 de octubre. En aquel momento, el riesgo país bajó de casi 1.100 puntos básicos a 670, y a partir de entonces dicho índice quedó estabilizado en esos valores. El dolor de cabeza para la Argentina, desde un punto de vista macro-financiero, es que el costo de financiamiento total del país aún no nos permite acceder al mercado internacional: en términos de riesgo país, todavía estamos a unos 200 o 250 puntos básicos de esa instancia”.

“El 70% de los títulos locales con vencimiento en 2030 y 2035 están en manos de inversores externos”, señaló Siaba Serrate, y precisó: “La realidad es que estos tenedores de bonos internacionales tienen muchas otras opciones para diversificar sus flujos de inversión. Entonces, para incrementar sus tenencias en bonos argentinos, dichos inversores están a la espera de alguna noticia significativa, relevante; en concreto, alguna propuesta formal de estructuración financiera, que seguramente va a llevar tiempo. Estos tenedores de bonos miran con detalle la cantidad de dólares en las arcas públicas para entender cuál es la capacidad de repago de la deuda argentina, y ven que el nivel de reservas netas está en montos similares a los de fines de 2023, cuando asumió el actual gobierno. ¿Es importante que el Gobierno compre reservas? Sí, es muy importante. ¿Hay que comprar reservas para financiar todos los pagos? No necesariamente. La simple posibilidad de un acceso eventual al mercado internacional hace que no sea imprescindible comprar todos los dólares necesarios para enfrentar los pagos pendientes”.
El disertante calificó a 2025 como “un año muy bueno” y puntualizó que “la Argentina se benefició mucho de ese contexto, por ejemplo, en términos de competitividad del tipo de cambio, porque la mayoría de las monedas de nuestros socios emergentes se fortalecieron contra el Dólar”. Asimismo, Pedro Siaba Serrate planteó el gran interrogante para el corto y el largo plazo, según su parecer: “¿Cuál es el motor de crecimiento que sustentaría una mayor y necesaria demanda de pesos por parte de los argentinos?”. Y detalló: “Si se flexibiliza el esquema de encajes y se suma a dicha flexibilización una reducción de la prima de riesgo, las tasas bajarán. En el corto plazo, esto genera crecimiento por demanda de crédito, porque hay que considerar que el crédito es muy bajo en la Argentina en términos de PBI”. En otro orden, y para concluir su exposición, el economista reflexionó: “Con el problema inflacionario fuera de agenda, el electorado va a empezar a pedirle al Gobierno una reactivación económica: esto es, más empleo y crecimiento del salario real. El PBI argentino viene en caída desde 2007: este panorama, que es tremendo de por sí, se agrava cuando se le suma el dato de la caída de la productividad total. Ésta es la agenda pendiente para el largo plazo, porque en casi 20 años la Argentina se ha vuelto más y más improductiva”.
Profundidad y liquidez del mercado argentino
El CEO de PUENTE Argentina, Lucas Lainez, manifestó su optimismo sobre la perspectiva del mercado de capitales local: “La cantidad de cuentas comitentes prácticamente se ha duplicado respecto de dos años atrás. En los años 90, quienes creaban cuentas en el mercado eran, principalmente, los bancos a través de sus sucursales: ellos introducían a los nuevos inversores cuando querían ofrecerles una alternativa al plazo fijo. Hoy, eso creció exponencialmente, con la ayuda de la tecnología. El desafío pendiente es el de recuperar a los inversores institucionales, tras la salida masiva de los fondos de pensión. Cuando se observa lo que ocurrió al inicio del mandato del actual gobierno, ya sea que se haya llevado a cabo por convicción o por necesidad, la gestión política mostró resultados desde el momento cero y generó buenas expectativas”.

El experto refrendó su visión optimista del mercado con algunas cifras significativas: “En 2025, hasta inicios de diciembre, las compañías argentinas habían emitido alrededor de 17.000 millones de dólares en concepto de Obligaciones Negociables (ON), tanto a nivel local (con financiamiento muy competitivo) como internacional, cuando en 2023 sólo se habían emitido entre 4.000 millones y 5.000 millones de dólares. Las provincias también, aunque en menor medida, han empezado a hacerse presentes en el mercado de capitales. Por ejemplo, en el caso de Córdoba hubo emisiones de deuda internacional por alrededor de 700 millones de dólares, y en la ciudad de Buenos Aires el monto ascendió a unos 600 millones. Esto se dio al margen de que, en el mercado local, muchas provincias mantienen muy activos sus cronogramas de Letras y de financiamiento en pesos”.
Desde la perspectiva del inversor, y con referencia al mercado de renta fija en particular, Lucas Lainez sostuvo que “de aquí en más, está claro que lo mejor ya pasó”, y argumentó: “Más allá de nuestro optimismo, esto es así, matemáticamente: los bonos, que valían 25 o 30 dólares, ya subieron un 200%. De todas formas, entendemos que aún queda un recorrido pendiente, en línea con el objetivo de lograr el acceso al mercado voluntario de deuda, y en el contexto de un nivel de riesgo país de entre 400 y 450 puntos. A partir de ahora, la expectativa respecto de la renta fija es, entonces, mucho más estable: la de un negocio más grande, centrado en la tasa de interés. Seguramente, esto convencerá a muchos inversores a incluir bonos argentinos en sus carteras”. Por último, el CEO de PUENTE destacó la gran oportunidad que hoy se presenta en términos de desarrollo financiero y bursátil, y concluyó: “A nivel internacional, la Argentina es un país muy conocido en materia de mercado de capitales; y, como país no emergente aún, tiene muchos atributos de los que carecen sus pares emergentes: por ejemplo, el nivel de profundidad y liquidez de las emisiones locales, tanto corporativas como soberanas. Y ese requisito es muy buscado por los inversores internacionales”.