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“El próximo programa económico arranca con equilibrio fiscal”

Más que un vaticinio, sonó como una advertencia de Carlos Melconian durante la jornada “Diálogos para la Argentina” realizada en la Bolsa por el Colegio de Abogados de CABA. Asimismo, el titular del IERAL calificó de “ajuste clásico” a la gestión de Sergio Massa y exhortó a “reconstruir el Ministerio de Economía”.

Carlos Melconian.

El ciclo anual “Diálogos para la Argentina”, organizado en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires por el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires (CACBA), convocó al público de manera presencial tras dos años de restricciones sanitarias. El encuentro, que concluyó con las palabras del presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, contó con expositores como el titular de CACBA Alberto Garay, la diputada por Consenso Federal Graciela Camaño y el catedrático en Derecho Constitucional Daniel Sabsay, entre otros. El panel Visión de la Economía estuvo a cargo de Carlos Melconian, presidente del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), órgano de investigación económica de la Fundación Mediterránea.

Acompañado por el periodista Joaquín Morales Solá, Melconian calificó como “punto de inflexión” a la actual coyuntura político-económica de la Argentina y recordó situaciones similares durante los gobiernos anteriores: “Las últimas dos administraciones, por H o por B, entraron en un sendero donde el final del mandato y la derrota electoral se hicieron posibles. Y dos años así no se puede seguir: algo hay que hacer. Hasta el momento, el actual gobierno ha perdido 6 meses desde las elecciones de noviembre de 2021. No usó el manual de supervivencia, que indicaba dejar de atrasar precios, dejar de atrasar el tipo de cambio, dejar de atrasar las tarifas, y moderar la expansión fiscal y monetaria. El manual indicaba también firmar con el Fondo Monetario Internacional (firma que se demoró hasta marzo de 2022) y no pelearse más (o pelearse menos). Así, en junio llegó Sergio Massa al Ministerio de Economía. Massa vino a hacer al ajuste clásico… a lo Massa. Personal y conceptualmente, estoy muy contento por eso. El hecho de que este gobierno haya perdido la virginidad es lo mejor que nos ha ocurrido”.

A la hora de intentar una suerte de “registro de inventario” de la economía argentina, Melconian comenzó con el estado de las reservas del Banco Central: “Hoy, la caja está en 6.500 millones de dólares negativos (esto es, dólares tomados de los encajes bancarios). Cristina Kirchner le había dejado a Mauricio Macri 8.500 millones de dólares negativos. Para que nadie se asuste, a ese número hay que considerarlo respecto de la evolución de los depósitos en dólares. Hace ya un año que los depósitos bancarios en dólares son unos 15.000 millones, después de que cayeran unos 1.000 millones en uno o dos meses. Dos tercios de esos encajes son de personas y un tercio de empresas. Cabe recordar que las reservas ya eran negativas en unos 2.000 millones de dólares desde diciembre de 2020,”.

Con referencia a la balanza comercial, el economista observó que “el mercado cambiario está con un récord exportador de 90.000 millones de dólares”, y aclaró: “Es el récord de un país que se quedó en la historia. Si la Argentina hubiera mantenido algún tipo de inserción internacional, aunque fuera el peor, en las últimas décadas, ¿cuánto debiera exportar hoy? Un piso de 110.000 millones de dólares. El superávit comercial cambiario es de 16.000 millones de dólares. El monto de importaciones, de 74.000 millones, parece mucho, pero en un país como el nuestro hay que vincularlo con el crecimiento y el desarrollo económico. Las importaciones son imprescindibles, ya no son los paraguas de Taiwán como en la década del 80”.

“Calcular cuánto caen los subsidios con la segmentación tarifaria es imposible. Cualquiera de las compañías eléctricas sabe que el límite de consumo de 400 kilowatts al mes está puesto para que pague la menor cantidad de gente posible. El gobierno sigue tirando de la cuerda respecto de lo que se supone que ya está hecho pero que, en realidad, no está hecho del todo” (Carlos Melconian).

“¿Cómo trascender un plan económico cuyo único objetivo es llegar hasta las elecciones, y poner en marcha un país en serio?” La pregunta de Joaquín Morales Solá encontró en Melconian una respuesta taxativa: “Primero hay que reconstruir el Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos. La destrucción del Ministerio no es recomendable. El ministro de Economía tiene que ser una persona con peso, con decisión: un hombre del presidente, que no tenga que enterarse por los diarios de lo que pide otro ministro. Hoy, los distintos sectores de la economía le están entrando a este gobierno diezmado como aviones bombarderos que buscan su propio equilibrio y sus conveniencias particulares. Entonces, tiene que haber una regla; por ejemplo, un régimen cambiario”.

“El próximo programa económico arranca con equilibrio fiscal, porque si no, ¿con qué se va a financiar?”, advirtió el economista. “Deuda externa no hay, deuda interna tampoco, y la emisión monetaria es inflación. No se puede hablar más de un programa económico de estabilidad con déficit fiscal, porque es inconsistente. Al margen de la necesidad de una reforma organizacional y de desobstrucción, está claro que la macroeconomía estable también juega un rol. El empresariado va a tener que aprender que trabajar en estabilidad es diferente a hacer plata con inflación: acá, la primera piña se la va a comer el empresario cuando apoye el plan de estabilidad, porque al trabajar en estabilidad la inflación ya no sigue tapando todos los agujeros. Pero la derrota de la inflación es la parte más popular del plan. El plan debe ser popular por el abatimiento de la inflación”.