El compositor argentino Carlos Guastavino (1912-2000), figura mundialmente reconocida, mantiene una presencia de larga data en las actividades del Ciclo Cultural de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. En los salones de esta Asociación se han interpretado sus obras y se le han rendido diversos homenajes. A continuación, semblanzas de su vida y obra.

El viernes 11 de septiembre de 1998 —dentro de su ciclo de conciertos y coincidente con la celebración del día del Maestro—, la BCBA rindió un concierto de homenaje a Carlos Guastavino, compositor que dejó un legado de más de 250 obras, una abundante producción que se ha visto multiplicada por arreglos y versiones, propios y ajenos.

Desde 1980 a la fecha, diversas composiciones de Guastavino formaron parte de los conciertos que tuvieron lugar en los salones de la Bolsa. Por ejemplo, Haydée Helguera interpretó obras para piano en dos conciertos, llevados a cabo el 5 de octubre de 1984 y el 30 de octubre de 1986. “Sonata” fue presentada por Dora Castro en piano y Mariano Frogioni en clarinete el 3 de julio de 1987. El 29 de octubre de 1993, la Camerata Bariloche interpretó Suite para orquesta de cuerdas: I. Cantinela N° 10 La casa, II. Cantinela N° 6 Juanita, III. Cantinela N° 4 El ceibo, Final: Romance en Colastiné.

“Sonatina en Sol menor”, obra de tres movimientos escrita en 1945, estuvo a cargo de Alejandro Petrasco, ganador de la categoría Piano del Concurso musical “Jóvenes Intérpretes BCBA”, el 20 de octubre de 1998. “Tres romances argentinos”: Las niñas, Muchacho jujeño y Baile en Cuyo, fueron interpretados por la Orquesta Sinfónica Nacional bajo la dirección del maestro Pedro Ignacio Calderón en el concierto del 22 de marzo de 2013.

Con la música en la sangre

Carlos Guastavino nació el 5 de abril de 1912, en la provincia de Santa Fe, dentro del seno de una familia de músicos: su padre, Amadeo, tocaba la guitarra; su madre, Josefina, el mandolín; su tío, Pedro, el clarinete y su hermano mayor, José Amadeo, el piano. Carlos, el tercero de seis hermanos, aprendió música antes que a escribir. Al advertir su habilidad para tocar el piano, su hermano lo mandó a tomar clases con una profesora alemana, la pianista Esperanza Lothringer. Carlos Guastavino debutó a los 4 años en el Teatro Municipal, interpretando una composición para dúo de violín y piano escrito por su mentora y docente.

Romántico y viajero

Su estilo musical se vio influenciado por el romanticismo del siglo XIX, hecho que lo llevó a distanciarse de otros compositores contemporáneos argentinos. Guastavino se capacitó en las técnicas de composición junto al Maestro Athos Palma en el Conservatorio Nacional de Música. Esta institución que formó a los más importantes músicos argentinos, contó años más tarde con Guastavino dentro del cuadro académico como Profesor de Armonía.

Entre 1947 y 1949, tras recibir una beca del British Council e invitado por la BBC de Londres, interpretó sus obras para piano en dicha ciudad. Durante esos años, la propia Orquesta Sinfónica de la BBC estrenó su versión orquestal de la obra para dos pianos “Tres romances argentinos”. Viajero incansable, en la década del 50’, Guastavino también viajó por la Unión Soviética, Checoslovaquia y China, entre otros países.

En un momento de su vida optó por recluirse en un pequeño departamento alto de la calle Tres de Febrero, en el barrio de Belgrano, donde siguió recibiendo a sus entrañables amistades. Solía recorrer las calles de Buenos Aires en una singular bicicleta de color negro. Carlos Guastavino finalmente decidió radicarse en su provincia natal en donde falleció el 29 de octubre de 2000. Sus restos fueron inhumados en el pequeño cementerio de San José del Rincón, localidad a la que le había dedicado su composición “Pueblito, mi pueblo”.

También viajó su obra, y sigue viajando

Su obra es de neta esencia romántica, cargada de emoción y candor, e impregnada de un fino lirismo, características que unidas a su brillante vena melódica han hecho que algunas de sus canciones logren trascendencia internacional. Sus composiciones fueron escritas para piano solo, a cuatro manos, dos pianos, orquesta, guitarra, cámara, violín y piano, coros –a capella, mixto y masculino– y canto con acompañamiento.

Todo ello posibilitó que reconocidos intérpretes clásicos y populares hayan abordado su música en presentaciones y grabaciones. Entre ellos se puede mencionar a Concepción Badía, Victoria de los Ángeles, Joan Manuel Serrat, Alfredo Krauss, José Carreras, María José Montiel, Teresa Berganza, Jorge Chaminé, John Williams, Miguel Ángel Girollet, Mercedes Sosa, José Cura, Rudolf Firkušný, Víctor Villadangos, Marcos Fink, Eduardo Falú, Pablo González Jazey, Annelise Skovmand, Kiri Te Kanawa, Gerard Souzay, Cecilia Pillado, Nelly Porter, Lorena Eckell, y María José Maito con Octeto Vocal Masculino “Orfeón de Carlos Vilo”.

Reconocimientos y homenajes

En 1987, la Organización de los Estados Americanos y el Consejo Interamericano de Música lo homenajearon con la máxima distinción de ese organismo. Recibió además el «Premio Consagración Nacional» de la Secretaría de Cultura de la Nación (1992), una distinción de la «Asociación de Críticos Musicales de Argentina» (1993), el reconocimiento de la localidad bonaerense de San Pedro como «Ciudadano Ilustre» (1993) por la canción El Sampedrino (en colaboración con León Benarós) y fue declarado «Personalidad Emérita de la Cultura Argentina» por parte de la Presidencia de la Nación (1999).

En el Ciclo Cultural 2002, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, junto a la Academia Argentina de Música y merced a otra gestión del maestro Alberto Devoto, rindió un nuevo homenaje a Carlos Guastavino el jueves 21 de noviembre, con la participación especial de Elsa Púppulo y Eduardo Falú, quienes recordaron al gran compositor y pianista santafecino. Algunos años después, en 2007, se le otorgó el “Premio Konex de Honor”, en justo reconocimiento como personalidad musical relevante.