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Hasta diciembre, más de lo mismo

“De ahora hasta diciembre, si no sobreviene una crisis económica mayor, tendremos más de lo mismo: una sucesión de medidas restrictivas e inconsistentes”, aseguró Juan Luis Bour durante la presentación de FIEL en el ámbito de la BCBA, y advirtió: “En la discusión pública hay mucho marketing de objetivos y poco o nada de contenido para alcanzarlos”.

Juan Luis Bour.

“La situación de corto plazo en la economía argentina está modelada por dos cuestiones: la alta inflación y la escasez alarmante de reservas”. Así inició Juan Luis Bour la reunión de coyuntura que la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas ofrece mensualmente a los socios de la BCBA. “Esta escasez de reservas, tanto para la actividad real o financiera como para generar expectativas, es lo que condiciona la posibilidad de frenar el ascenso de la inflación”, continuó el economista jefe de FIEL, y advirtió que sobre la base de dicha limitación “la brecha cambiaria podría escalar”.

“Nadie espera un programa de estabilización en el tramo político que resta hasta diciembre, a menos que sobrevenga una crisis mayor que obligue a recortar drásticamente el gasto y la emisión monetaria”, admitió Juan Luis Bour, y razonó: “Si tal crisis no ocurre, tendremos más de lo mismo: una sucesión de medidas restrictivas– particularmente, en el mercado del Dólar– y de otras eventualmente inconsistentes –como la de estimular el consumo en un contexto de múltiples restricciones sobre la oferta–. Ello sólo puede llevar a la escasez (esto es, se raciona lo poco que está disponible) y/o a aumentos de precios (o sea, más inflación en el corto plazo). Es decir que, en lo que resta de 2023, el actual gobierno se desentiende de cualquier programa económico que no sea el de obtener financiamiento para sobrellevar el corto plazo. Por lo tanto, no habrá una propuesta oficial en ese sentido, excepto la de esperar una buena cosecha, precios más altos en las commodities, o una mayor producción de petróleo y gas”.

“Hoy no existen instrumentos para evitar la recesión porque no hay con qué estimular perceptiblemente el consumo. Tampoco hay herramientas disponibles para evitar la aceleración inflacionaria” (Juan Luis Bour).

Sin “tanteos”

En tal sentido, el economista arguyó que un eventual programa para enderezar la economía, “un tema harto relevante”, queda en manos del resto del arco político, y recomendó: “Lo que se vaya a proponer debe contemplar varias cuestiones: corregir desequilibrios, en particular los de los precios relativos, estableciendo cuáles se abordarían, en qué magnitud se haría y en qué período de tiempo; plantear un programa de estabilización y, nuevamente, establecer en cuánto tiempo se llevaría a cabo; introducir reformas “estructurales”, también, con una secuencia y un plazo previstos. Aparte de todo lo mencionado, el programa económico debe contemplar el equilibrio político, pues la secuencia y el timing de las intervenciones serán tan importantes como el programa final.

A continuación, Juan Luis Bour explicó qué entiende por programa final y el porqué de dicha distinción: “En vistas a un cambio de escenario, no sólo se trata de plantear el programa final al que se quiere llegar, también hay que hacer referencia a todos los aspectos previos al mismo. Se tiene la impresión de que, al menos hoy, en la discusión pública hay mucho marketing del punto de llegada en materia de objetivos y poco –por no decir ‘nada’– de contenido sobre los caminos alternativos para llegar a cada objetivo en cuestión. En economía, las reformas no son procesos virtuales de ‘tanteo’ a los que se llega en forma instantánea sin fricciones, sino procesos reales de ‘no tanteo’, en lo que todo cambia a medida que se interviene durante su desarrollo; y la habilidad consiste en diseñar un sendero eficiente para llegar al equilibrio final, en el supuesto de que dicho equilibrio exista. No hay solamente un sendero para llegar a determinado objetivo: hay muchos y se trata de un proceso de discusión bien complejo. ¿A dónde se quiere llegar? ¿Cuáles son las alternativas y cuáles los equilibrios políticos y económicos que se requieren para lograrlo? No se está discutiendo eso, y mi impresión es que no se va a discutir”.