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“No hay solución económica sin un programa integral”

Lo afirmó Fausto Spotorno en una charla híbrida compartida con Claudio Zuchovicki y Manuel Oyhamburu en la sede de la UADE. “No se ve en el futuro ninguna posibilidad de que el Peso pueda recomponer su valor”, observó el economista de Orlando Ferreres & Asociados. “Hoy el tema no está siquiera en la discusión política”.

“Para mantener una política económica consistente durante un período prolongado se necesitan instituciones que funcionen correctamente” (Fausto Spotorno).

La charla híbrida “La economía y los mercados de cara al… ¿2027?”, que tuvo lugar en la sede de la Universidad Argentina de la Empresa, fue llevada a cabo por la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Fundación BCBA y la UADE con repercusiones que abonaron el debate público sobre la situación económico-financiera de la Argentina. Tras las disertaciones de Claudio Zuchovicki y Manuel Oyhamburu, Fausto Spotorno tomó la palabra para cerrar el encuentro: “Hoy estamos en un mundo inflacionario”, arrancó el economista de Orlando Ferreres & Asociados. “Muy de a poco, la Reserva Federal de los Estados Unidos empieza a advertir que, efectivamente, tiene un problema inflacionario. En el mundo van a tardar en procesarlo porque no conocen la inflación. La inflación es muy maldita. Yo la comparo con una droga. Al principio, hasta es linda: empiezan a aumentar los salarios, la gente deja de ahorrar y comienza a gastar un poco más, y eso hace que el consumo se mueva. Pero después empiezan los problemas. Los argentinos lo sabemos bien”.

“No hay que confundir ‘inflación’ con ‘reacomodamiento de precios relativos’, advirtió Spotorno. “El precio de cualquier producto se puede disparar sin que haya inflación. Cuando hablamos de precios, en una economía estable, se trata de precios relativos; es decir, precios que cambian respecto de otros precios. Esto es así, siempre y cuando la unidad de cuenta de todos esos precios sea estable. En el caso argentino, la unidad de cuenta sería el Dólar. Pero si la unidad de cuenta no es estable, fuiste… Y la Argentina es el ejemplo número 1 de esto. Así que, en nuestro país, el presunto ‘reacomodamiento’ de precios que ocurre desde hace más o menos 20 años no es otra cosa que inflación”.
Para entrar de lleno en la situación local, el orador eligió un dato alentador: “La economía argentina está rebotando con bastante fuerza y aún tiene mucha capacidad de rebote. En 2021, la economía terminó recuperando todo lo perdido durante la pandemia, más lo perdido anteriormente en el último tramo del gobierno de Mauricio Macri. De repente, la industria argentina se volvió competitiva, pero no porque produzca con mayor eficiencia sino porque es barata. Entonces, hay espacio para la recuperación. ¿Eso es crecimiento? No, es rebote. ¿Se podrá volver fácilmente a la situación productiva de 2017? Todavía no, porque se perdieron muchas empresas (se calculan unas 50.000) y el stock de capital se desplomó. Crecimiento de verdad no va a haber, y tampoco lo necesitamos en este momento; lo que necesitamos ahora es que rebote la economía. La inflación mundial es buena para el país porque los precios de nuestras exportaciones están atados a la coyuntura inflacionaria global”.

Organizada por la Bolsa, la Fundación BCBA y la UADE, la charla híbrida “La economía y los mercados de cara al… ¿2027?” tuvo lugar en la sede de la Universidad Argentina de la Empresa.

Con referencia a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Fausto Spotorno fue categórico: “Sería doblemente estúpido no acordar con el Fondo, habiendo pagado 7.500 millones de dólares en 2021, antes de las elecciones. Para eso, defaulteábamos antes de hacer los pagos. Ahora bien, ¿el FMI quiere hacer un acuerdo con la Argentina? El Fondo Monetario Internacional no es un banco. Básicamente está conformado por empleados equiparables a funcionarios públicos de alto nivel. La plata no es de ellos. Si la Argentina no paga, nadie se va a preocupar: no van a echar a nadie. Entonces, el Fondo estará dispuesto a firmar con la Argentina, siempre y cuando el país tenga alguna chance de cumplir algo y el organismo no quede demasiado mal parado. Y a la hora de firmar con la Argentina, el FMI también tiene decisiones propias que tomar. El Fondo no va a firmar cualquier acuerdo: tiene que ser uno que les salve las papas tanto a la Argentina como al organismo”.

Habida cuenta de la necesidad de acordar con el organismo de crédito internacional, el economista opinó que la principal debilidad de la Argentina es la “inconsistencia fundamental” de su programa cambiario: “El Banco Central no tiene dólares, pero no es que haya escasez de dólares: todos tienen dólares. Los dólares sólo escasean al tipo de cambio oficial. El problema es dónde frena el precio del Dólar con la baja credibilidad que tiene la Argentina. Y es que no frena, al menos que haya mucha credibilidad o un programa económico serio. Un programa económico serio significa que la persona y la estructura que lo vayan a ejecutar sean serias. Desde ya, sería imposible con el Ministerio de Economía disgregado en varios ministerios. Es poco creíble que un programa pueda funcionar en esas condiciones. La otra alternativa es emprender un programa gradual, pero, ¿hay dólares para ello? Para corregir el precio de la divisa, habría que contar con un volumen de dólares significativo. ¿Y quién va a poner los dólares? ¿El FMI? O alguien pone los dólares, o bien hay que corregir el precio del Dólar. Por otro lado, ¿hay instituciones para llevar a cabo un programa gradual? En la Argentina nunca funciona el gradualismo porque no hay instituciones. Los países que ejecutan políticas económicas gradualistas, lo hacen a través de sus instituciones, no de sus políticos o funcionarios”.

Fausto Spotorno finalizó su disertación con un llamado a los actores económicos privados del país: “Si el status quo económico-financiero actual de la Argentina se quiere proyectar al futuro, esto no va. No sé siquiera si termina bien este año. Entonces, creo que la salida implica cierto compromiso de parte de quienes estamos en la sociedad privada. Hay que dar el debate, comprometerse. No podemos evadirnos de las discusiones importantes. Los resultados a largo plazo se logran de a poco y haciendo las cosas de manera consistente”.

Ver charla completa en aquí.