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Shock fiscal y reformas tempranas

Es lo que recomendó Daniel Artana para la gestión macro post 2023 durante su presentación en la Conferencia Anual de FIEL llevada a cabo en la BCBA. “Si no hay disposición al shock en materia fiscal, la inflación va a bajar muy lentamente”, anticipó el economista.

“La baja credibilidad de nuestro país llega al punto de que la mala reputación ya es una suerte de marca argentina” (Daniel Artana).

“Me parece que no hay otra opción que la de un programa de shock en materia fiscal. Y habría que encarar una parte importante de las reformas estructurales al principio, más aún si la paciencia de los votantes es escasa”. Esa fue la conclusión de Daniel Artana en la Conferencia Anual de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas realizada en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. “Si el próximo gobierno se queda esperando, las reformas no se hacen nunca; y si las reformas no se hacen nunca, es difícil que la Argentina pueda revertir una decadencia de 7 décadas”, previno el economista jefe de FIEL, que compartió el panel Pensando en la macroeconomía post 2023 con sus colegas Gustavo Cañonero y Eduardo Levy Yeyati.

Ante un auditorio expectante que colmó el recinto principal de la BCBA, Artana advirtió que “antes de encarar cualquier programa de estabilización más o menos contundente, el próximo gobierno tendrá que limpiar distorsiones bastante groseras de precios relativos”, y señaló: “La tasa de interés real, que era muy negativa, en cierta forma se ha ido corrigiendo, pero también están los atrasos cambiario y tarifario. Así, habría que esperar una inflación bastante alta durante el primer trimestre de 2024, y sería bueno que la sociedad se fuera enterando de eso. Junto con el atraso cambiario, el próximo gobierno heredará una situación de fragilidad en las reservas. También recibirá un endeudamiento forzado que ya se empieza a percibir, tanto en la deuda comercial como en los dividendos que no se autorizan a pagar y en las postergaciones de vencimientos de deuda del sector privado forzadas por las autoridades”.

Con gran convocatoria y un nivel sobresaliente en las exposiciones, la Conferencia Anual de FIEL ofreció en la Bolsa un panorama completo de lo que se puede esperar en materia económica a nivel local, regional e internacional.

Sin crédito no hay gradualismo

“Mi impresión es que, o se hace un shock fiscal, o bien se acepta que la inflación va a bajar muy lentamente”, advirtió Daniel Artana. “Creo que al principio no va a haber espacio para una baja impositiva; pero también creo que cualquier corrección fiscal que se vaya a emprender no puede hacerse subiendo impuestos de manera significativa, dada la presión tributaria que ya tiene la Argentina. Por lo tanto, la corrección se deberá hacer bajando el gasto. Hoy, el sistema financiero está muy expuesto: 50% de los activos de los bancos son encajes, Lelics, pases netos o títulos públicos. Además, hay poca credibilidad en el país en general, independientemente de a quién le toque ser el próximo presidente”.

Con referencia al timing de las reformas estructurales, el economista observó que “para hacer gradualismo se necesita acceso al crédito, y no parece que la Argentina lo vaya a conseguir”, y explicó: “Esta es una diferencia muy importante respecto de lo ocurrido durante la gestión de Mauricio Macri, porque el gobierno de aquel entonces fue rápidamente a arreglar con los hold-outs y consiguió acceso al crédito internacional a tasas razonables. Hoy, en cambio, el riesgo-país está por las nubes, y aunque bajara, el acceso al financiamiento internacional a tasas razonables sería difícil”.

“La Argentina viene de una década sin crecimiento y, además, de una situación inflacionaria muy particular en la que no se encuentra ninguno de los países de la región –resumió Daniel Artana–. Además de las políticas pendientes en materia fiscal, hay que dar una esperanza en materia de crecimiento económico. Está claro que un país que no crece desde hace 10 años, y que en los últimos 70 años ha tenido un desempeño económico lamentable en materia de crecimiento, tiene que hacer reformas estructurales. Quizás no se puedan emprender todas al principio, pero será necesario hacer algo rápido para mejorar la solvencia fiscal del Estado y dar señales favorables para la inversión”.